AGENCIA DE PERIODISMO DIGITAL
Camilo Barrios Cabral, presidente de la Federación de Productores de Masa y Tortilla en Querétaro, consideró inviable sumarse al pacto propuesto por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo para reducir el precio de la tortilla en el país.
Según explicó, el acuerdo plantea un descuento de un peso por kilo, equivalente a 5% del precio promedio, en unas seis mil tortillerías, pero no hay condiciones para aplicarlo.
“No hay subsidios, no hay apoyo al gremio. Todos los insumos están subiendo”, dijo Barrios Cabral.
Actualmente, el precio del kilo de tortilla en el estado ronda los 23.80 pesos, en línea con el promedio nacional.
Sin embargo, cada establecimiento fija su tarifa según sus propios costos, ya que el precio fue liberado desde 1999 tras eliminarse los subsidios.
El líder tortillero también alertó que al menos 15% de las ventas se pierden por la competencia informal.
Estima que hasta el 20% de las tortillerías operan fuera de la ley, pero no hay sanciones claras porque “los compañeros no quieren denunciar para no meterse en problemas”.
Aunque la tortilla sigue siendo un alimento básico, Barrios reconoció que el consumo ha bajado. Las familias que antes compraban dos kilos al día, ahora adquieren menos y aprovechan mejor el producto.
“Ya no se desperdician las tortillas. Se aprovechan para hacer chilaquiles, tostadas, el consumo se hace más eficiente”, explicó.
Además, criticó que algunos nutriólogos desaconsejen su consumo pese a su alto valor nutricional.
“La tortilla tiene calcio, vitaminas y minerales. Las que se hacen con harina industrializada tienen incluso más nutrientes”, señaló.
