por Luis Pérez
Familiares y equipo legal de Karla “N” quién fue sentenciada a 35 años de prisión por el homicidio del abogado Alfredo González Rivas, en junio del 2022, anunciaron que interpusieron un amparo para apelar su sentencia, ya que afirmaron su proceso estuvo lleno de irregularidades, afirmó el abogado de la acusada, Francisco Dávalos.
Reconoció que el caso está lleno de insistencias, desde que el primer abogado defensor de la acusada, era amigo del abogado Alfredo González, lo cual generó un conflicto de interés entre el abogado y el cliente.
“Se ha presentado la demanda de amparo directo de Karla y está demanda de amparo ya fue admitida por los tribunales, se está sustanciando para este momento las partes que pudieran haber hecho su intervención ya venció el plazo, hoy estamos en mano de la autoridad federal del tribunal colegiado de distrito en materia penal y administrativa, tenemos toda la certeza de que la autoridad federal siempre ha estado comprometida con el estado de derecho y consideramos que es el momento oportuno de hacer saber a la sociedad queretana la importancia de un tema en el cual se da una situación de interseccionalidad en el proceso penal”.
Destacó puntos claves para el caso como: la falta de pruebas directas contra Karla, pues fue condenada sin peritajes balísticos concluyentes ni testigos que la vinculen directamente contra el crimen; la sentencia sin pruebas balísticas, ya que no se realizó un peritaje de rodizonato de sodio que pudiera demostrar si Karla disparo el arma; el hallazgo de ADN desconocido en la escena del crimen, pues hay rastros de otra persona del sexo masculino en ropa interior femenina al interior de la habitación, esta línea de investigación fue descartada.
Señaló irregularidades graves en el proceso como la privación de la libertad de Karla por 48 horas antes de ser presentada ante un juez, el perito psicológico asignado al caso es hermano de la víctima, lo que provoca conflicto de intereses y la defensa de Karla entró en la etapa intermedia del juicio sin acceso oportuno a la investigación inicial.
“En el lugar de los hechos donde fue privado de la vida José Alfredo Gonzalez Rivas fue encontrado su cuerpo acostado en su cama, con una sábana sobre de él, sobre esa sábana había un chaleco que era como de plumas o de peluche que no pertenecía a Karla y esto quedó establecido durante el juicio, en un bote de basura había una tanga, con restos en su interior de ADN que fue estudiado por la Fiscalía General del Estado de Querétaro y que resultó ser de un masculino no identificado, es decir, quien portó esa tanga y la dejo ahí el día del himicidio de José Alfredo Gonzalez Díaz era un hombre, esta línea de investigación nunca se siguió”, mencionó.
Ante está situación los familiares y el abogado exigieron la revisión inmediata del expediente, la reapertura de la investigación sobre la tercera persona y el ADN encontrado, la intervención de organismos de Derechos Humanos para garantizar la transparencia en el caso y la evaluación imparcial de las pruebas presentadas y las que fueron ignoradas.