por Katia Lemus
El vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Alberto Vega Ricoy, informó que el nivel de la presa Zimapán ha superado el Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO), alcanzando los mil 560.64 metros sobre el nivel del mar, según el último reporte de las 8:00 horas.
Aunque técnicamente aún es posible elevar el nivel hasta los 1,562 metros, la decisión final corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y al Comité Técnico correspondiente.
“Estamos en diálogo con Conagua y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para evaluar si se puede subir un poco más sin comprometer la infraestructura. Todo depende del pronóstico de lluvias y de la capacidad técnica de la presa, pero de aprobarse el incremento, este podría definirse a principios de la próxima semana”.
Señaló que, debido a la disminución de lluvias en la región, es posible que no se requiera desfogar la presa. Sin embargo, en caso de que se autorice el desfogue, este activaría el uso del Acueducto II, aunque con una afectación mucho menor que la registrada hace un mes.
“La vez pasada fueron seis días de desfogue. Ahora, en un escenario hipotético, serían máximo dos”.
Explicó que el nivel excepcional de la presa, conocido como NAME, es de 1,563 metros, pero llevarla a ese punto sería forzado. “Si logramos mantenernos en mil 562, podríamos evitar el desfogue. Pero insisto, no es decisión nuestra”.
En cuanto a la posibilidad de interrupciones en el suministro, el titular de la CEA aseguró que el organismo está preparado. “Tenemos reservas llenas, tanques de seguridad y tinacos abastecidos en los hogares. Incluso si se detuviera el Acueducto II, la afectación sería cuatro días menor que la vez anterior”.
Subrayó que todo sigue en evaluación y que las decisiones dependerán de las autoridades federales. “Estamos listos para cualquier escenario, pero por ahora, todo son especulaciones. Lo importante es que estamos preparados y que el panorama es mucho más tranquilo que el anterior”.