Luis Pérez
En el marco del “Día Internacional de la Mujeres” más de 27 mil mujeres tomaron las calles de Querétaro para alzar la voz y exigir por sus derechos; por la dignidad, justicia, libertad, pero sobre todo, para que dejen de ser invisibiladas por una sociedad machista y patriarcal.
El aborto seguro es una de las consignas que abandera a cada una de las colectivas, que a pesar de que es un derecho establecido a nivel nacional, en Querétaro todavía no es una realidad, desde mediados del 2024, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió una resoluciones para que el Congreso local adecuará la ley, y sigue siendo un tema sin resolver.
La exigencia de justicia, para ellas, para todas aquellas que ya no están, para las que se les arrebató la vida de forma violenta, es una evidencia ruidosa de la falta de mecanismo de protección y la garantía de seguridad para las mujeres.
La violencia física, psicológica, económica sigue siendo un lastre social que genera rabia, y a pesar de los casos documentados, las autoridades parecen hacer caso omiso en el tema, por lo que los contingentes congregados gritan justicia, para ser escuchadas, para que su voz haga eco y no se quede únicamente en el viento.
La digna rabia, con la que salieron miles de mujeres de todas las edades, es el reflejo de la impotencia que viven día con día en sus casas, calles, escuelas, trabajos y en cualquier lugar público o privado, donde aún hay seudohombre que únicamente las violentan sin ninguna causa o motivo aparente.
Griten, griten tan fuerte hasta tirar muros, que resuenen sus exigencias en todos los rincones del mundo, griten, griten con digna rabia.
